(para 2 personas humanas)
INGREDIENTES:
-2 Lubinas
- 1 Chalota
- 1 Puerro
- 10 Aceitunas Verdes sin Hueso
- 5 Alcaparras
- 1/2 Pastilla de Caldo de Pescado
- Vinagre Balsámico
- Zumo de Limón
- Mantequilla
Hoy día, la lubina es uno de los pescados más consumidos. Al criarse en piscifactorías su precio se ha reducido considerablemente y se ha convertido en un producto muy popular.
Uysssss!!! He dicho la palabra "popular" con el yu-yu que me da. Tenía que haber dicho "revolucionario" que va más con mi filosofía de vida y también de concebir la cocina, donde hay que ser más transgresor que conservador. Se trata de avanzar y no de retroceder.
Tal vez sea culpa de ese caracter revolucionario por lo que últimamente me llaman CHEF GUEVARA en lugar de CHEF a secas.
Vamos a empezar por el final, ya que el pescado se va a hacer a la plancha y eso es rapidísimo. Quizá es la salsa lo que nos va a llevar algo más de tiempo así que comenzamos poniendo un cazo al fuego con una cucharada sopera de mantequilla.
Una vez derretida la mantequilla, añadimos la chalota picada muy fina hasta casi reducirla a puré. Es lo que en alta cocina se conoce como brunoise.
Aquí, como solo hacemos cocina media y más bien baja, pos chalota picada y punto.
Una vez que la chalota esté bien pochada, agregamos las alcaparras y las aceitunas cortadas por la mitad. Rehogamos brevemente y a continuación desmenuzamos bien la pastilla de caldo y la echamos al cazo. Añadimos dos cucharadas de vinagre balsámico y removemos bien, dejando que la salsa se reduzca a la mitad.
Si veis que queda demasiado espeso, le podeis agregar agua y un chorrito de zumo de limón a vuestro libre albedrío.
Bueno. La salsa ya está. Ya solo queda preparar las lubinas para lo cual hay que lavarlas bien y abrirlas por la mitad.
Les echamos un poco de sal y pimenta blanca por encima, calentamos bien la plancha y las asamos por los dos lados hasta que estén ligeramente doradas. De ahí las pasamos al plato y les echamos la salsita por encima.
Si quereis, podeis poner como decoración unas tiras de puerro pasadas por el miniondas que siempre quedan bien y además son comestibles. Tan comestibles como la guarnición de amanitas caesareas con las que quise acompañar a las lubinas para que no se sintieran solas.
No es que quede excisivamente bonita, pero os gustará esta receta.
Cocinera en pruebas para esta receta: INÉS PUMADERA