CORDERO CON GRANADAS
(para 2 personas humanas)
INGREDIENTES:
- 1 Pierna de Cordero
- 1 Granada
- 1 Cebolla
- 1 Diente de Ajo
- 1 Hoja de Laurel
- 1/2 Vaso de Agua
- 10 Semillas de Cardamomo
- 1 Cucharada de Ras el-Hanout
- 1/2 Cucharilla de Cúrcuma
- 1 Pizca de Comino Molido
- Pimienta Negra
- Perejil Rizado
El otro día estaba haciendo algo de zapping (único deporte que practico de manera asidua), cuando de repente apareció en un programa de estos de cotilleo una pájara cuyo nombre no recuerdo.
Era la típica maruja con la piel de color cuero y más arrugas que el culo de un elefante fruto de tanto rayo UVA y tanto lifting mal hecho, que se vanagloriaba de su juvenil aspecto cuando la cruda realidad es que daba verdadera grima verla. No es que tenga nada en contra de las operaciones de estética, pero.... ¿es que esa gente no se da cuenta de que por mucho que intenten rejuvenecerse artificialmente siempre se acaba notando y al final les echas más años de los que realmente tienen?
Es como los que insisten en quitarse años cuando les preguntas la edad.
¡¡¡Pero vamos a ver gilipollas!!!
Si lo que tienes que hacer es justo lo contrario, es decir, ponerte más años para que te digan: "coño, pos estas mu bien pa tu edad"
Encima la tía, tuvo el arrojo de decir que solo le faltaba quitarse unas leves patitas de gallo para parecer aún más joven. Y ahí fué cuando ya no pude más y pensé en voz alta:
"¿Patitas de Gallo? Eso no son patas de gallo hialagranputa. Eso son piernas de cordero!!"
Y así fué como esa frase terminó abriéndome la mente y las tripas, pasando de la nausea al apetito. A ver si no a santo de qué iba a contaros esta tontería.
Este plato no creo que le haga demasiada ilusión a mi colega Tito dado que tiene un trauma con los corderos que ríete tú de la Yodi Foster, pero ya va para dos años que publiqué mi última receta basada en este animalito, así que ya tocaba.
ASÍN SE HACE:
(para 2 personas humanas)
INGREDIENTES:
- 1 Pierna de Cordero
- 1 Granada
- 1 Cebolla
- 1 Diente de Ajo
- 1 Hoja de Laurel
- 1/2 Vaso de Agua
- 10 Semillas de Cardamomo
- 1 Cucharada de Ras el-Hanout
- 1/2 Cucharilla de Cúrcuma
- 1 Pizca de Comino Molido
- Pimienta Negra
- Perejil Rizado
El otro día estaba haciendo algo de zapping (único deporte que practico de manera asidua), cuando de repente apareció en un programa de estos de cotilleo una pájara cuyo nombre no recuerdo.
Era la típica maruja con la piel de color cuero y más arrugas que el culo de un elefante fruto de tanto rayo UVA y tanto lifting mal hecho, que se vanagloriaba de su juvenil aspecto cuando la cruda realidad es que daba verdadera grima verla. No es que tenga nada en contra de las operaciones de estética, pero.... ¿es que esa gente no se da cuenta de que por mucho que intenten rejuvenecerse artificialmente siempre se acaba notando y al final les echas más años de los que realmente tienen?
Es como los que insisten en quitarse años cuando les preguntas la edad.
¡¡¡Pero vamos a ver gilipollas!!!
Si lo que tienes que hacer es justo lo contrario, es decir, ponerte más años para que te digan: "coño, pos estas mu bien pa tu edad"
Encima la tía, tuvo el arrojo de decir que solo le faltaba quitarse unas leves patitas de gallo para parecer aún más joven. Y ahí fué cuando ya no pude más y pensé en voz alta:
"¿Patitas de Gallo? Eso no son patas de gallo hialagranputa. Eso son piernas de cordero!!"
Y así fué como esa frase terminó abriéndome la mente y las tripas, pasando de la nausea al apetito. A ver si no a santo de qué iba a contaros esta tontería.
Este plato no creo que le haga demasiada ilusión a mi colega Tito dado que tiene un trauma con los corderos que ríete tú de la Yodi Foster, pero ya va para dos años que publiqué mi última receta basada en este animalito, así que ya tocaba.
ASÍN SE HACE:
Para los que somos sensibles con los animales, como el gran poeta Manolo Rubiales y otros amigos, siempre supone un trauma llegar a la carnicería y pedir una pierna de cordero sin saber la suerte que ha corrido el animalito. Por eso yo siempre me aseguro de que se les cause el menor daño posible para que puedan seguir llevando una vida normal.
Comenzamos preparando el macerado de la carne que en este caso va a consistir en: pimienta negra molida, unas cuantas semillas de cardamomo, ajo bien picado, cúrcuma, comino y una especia llamada Ras El-Hanout que es la que se suele utilizar para hacer los pinchos morunos.
Esta última podéis encontrarla sin dificultad en cualquier carnicería marroquí. Seguro que hay alguna cerca de vuestro barrio.
Mezclamos todo bien y dejamos reposar. Todo depende de la prisa que tengáis, pero ya sabéis como va esto: cuanto más tiempo, más sabor obtendrá la carne.
Mientras el cordero se va aclimatando a las especias, podemos aprovechar para desgranar la granada. Para esto hay un truco que consiste en partir la granada por la mitad y darle golpes secos con el canto de una cuchara para que vayan cayendo las semillas. Después hay que separar los pequeños fragmentos amarillos para que no amargue. Les damos un lavadito y las reservamos (me parece que acabo de cometer laísmo, leísmo o como coño se diga).
A continuación cortamos la cebolla en juliana, y la ponemos a rehogar en una olla junto a una hoja de laurel y aceite de oliva. Antes de que se empiece a tostar añadimos los trozos de cordero.
Salpimentamos y removemos hasta que la carne cambie ligeramente de color.
Comenzamos preparando el macerado de la carne que en este caso va a consistir en: pimienta negra molida, unas cuantas semillas de cardamomo, ajo bien picado, cúrcuma, comino y una especia llamada Ras El-Hanout que es la que se suele utilizar para hacer los pinchos morunos.
Esta última podéis encontrarla sin dificultad en cualquier carnicería marroquí. Seguro que hay alguna cerca de vuestro barrio.
Mezclamos todo bien y dejamos reposar. Todo depende de la prisa que tengáis, pero ya sabéis como va esto: cuanto más tiempo, más sabor obtendrá la carne.
Mientras el cordero se va aclimatando a las especias, podemos aprovechar para desgranar la granada. Para esto hay un truco que consiste en partir la granada por la mitad y darle golpes secos con el canto de una cuchara para que vayan cayendo las semillas. Después hay que separar los pequeños fragmentos amarillos para que no amargue. Les damos un lavadito y las reservamos (me parece que acabo de cometer laísmo, leísmo o como coño se diga).
A continuación cortamos la cebolla en juliana, y la ponemos a rehogar en una olla junto a una hoja de laurel y aceite de oliva. Antes de que se empiece a tostar añadimos los trozos de cordero.
Salpimentamos y removemos hasta que la carne cambie ligeramente de color.
Esto se hace para conservar los jugos de la carne en su interior y se le llama sellar, término muy familiar en tiempos de crisis, y que al que más o al que menos nos ha tocado practicar recientemente en la cola del I.N.E.M. verdad?
Bien. Pues una vez listo, colocamos todo el conjunto en una bandeja de horno y le agregamos un vaso de agua. Podéis usar vino blanco, pero cuando se trata de cordero queda mejor con agua. Al menos eso dice siempre mi madre y yo....... pues siempre he sido muy buen hijo. Muy obediente.
Un beso mamá.
Metemos la bandeja en el horno y lo tenemos más o menos 40 minutos a 180º.
Lo del tiempo y la temperatura lo pongo como algo referencial, ya que yo siempre uso la infalible técnica del "hostias, que bien huele!!!" y sobre todo, la visual:
Así tal cual ya podría comerse y pringar en la salsa resultante, pero vamos a hacer algo mejor: vamos a separar las piezas de carne, y vamos a meter el resto en la batidora. Bueno, en la misma batidora no. Mejor en el vaso que acompaña dicho artilugio.
Vais a comprobar que nos queda una salsa ligera de color amarillo vivo que utilizaremos como fondo para decorar el plato. A continuación ponemos las piezas de cordero por encima, y para terminar las semillas de granada y un ramillete de perejil rizado (como el que salía en Barrio Sésamo, pero sin cuernos)
NOTA: No ha sido intencionado, pero me acabo de percatar que hemos mezclado lo árabe con granada y si no me equivoco, ambas partes tuvieron follón hace unos 500 años cuando lo de Boabdil, el pacto de Córdoba y toda aquella movida. Espero no haber levantado viejas ampollas, que ya ha llovido un poco desde entonces, joer.
Cocinero en pruebas para esta receta: CRISPÍN CHOMORUNO
Bien. Pues una vez listo, colocamos todo el conjunto en una bandeja de horno y le agregamos un vaso de agua. Podéis usar vino blanco, pero cuando se trata de cordero queda mejor con agua. Al menos eso dice siempre mi madre y yo....... pues siempre he sido muy buen hijo. Muy obediente.
Un beso mamá.
Metemos la bandeja en el horno y lo tenemos más o menos 40 minutos a 180º.
Lo del tiempo y la temperatura lo pongo como algo referencial, ya que yo siempre uso la infalible técnica del "hostias, que bien huele!!!" y sobre todo, la visual:
Así tal cual ya podría comerse y pringar en la salsa resultante, pero vamos a hacer algo mejor: vamos a separar las piezas de carne, y vamos a meter el resto en la batidora. Bueno, en la misma batidora no. Mejor en el vaso que acompaña dicho artilugio.
Vais a comprobar que nos queda una salsa ligera de color amarillo vivo que utilizaremos como fondo para decorar el plato. A continuación ponemos las piezas de cordero por encima, y para terminar las semillas de granada y un ramillete de perejil rizado (como el que salía en Barrio Sésamo, pero sin cuernos)
NOTA: No ha sido intencionado, pero me acabo de percatar que hemos mezclado lo árabe con granada y si no me equivoco, ambas partes tuvieron follón hace unos 500 años cuando lo de Boabdil, el pacto de Córdoba y toda aquella movida. Espero no haber levantado viejas ampollas, que ya ha llovido un poco desde entonces, joer.
Cocinero en pruebas para esta receta: CRISPÍN CHOMORUNO