BERENJENAS CON PARMESANO Y MERMELADA DE TOMATE
(para 4 personas humanas)
INGREDIENTES:
- 1 Berenjena Grande
- Mermelada de Tomate
- Queso Parmesano
- Sal Maldon
- Aceite de Oliva
(para 4 personas humanas)
INGREDIENTES:
- 1 Berenjena Grande
- Mermelada de Tomate
- Queso Parmesano
- Sal Maldon
- Aceite de Oliva
ASÍN SE HACE:
Ahora que me he sentado a publicar esta receta, va a ser realmente difícil encontrar las palabras que definan la enorme explosión de sabores que os va a proporcionar este plato.
Y eso que solo lleva tres ingredientes principales.
No es por ponerme chulo (que lo soy), pero tengo que deciros que en lo que va de año, esta ha sido la receta que más ha gustado a mis invitados (mis queridos amigos y cobayas humanos).
Una vez que la probaron, a uno se le bajaron los calcetines solos y a otro se le doblaron las patillas de las gafas mientras que las chicas, ponían los ojos en blanco y lanzaban suspiritos como si acabaran de tener un..............bueno, ya sabeis.
Y lo mejor de todo es la sencillez del proceso.
Para empezar, lavamos bien las berenjenas y las cortamos en finas lonchas sin quitarles la piel. Les echamos un poquito de sal y las vamos friendo en una sartén con aceite de oliva hasta que se doren ligeramente. No hace falta hacerlas mucho y tampoco hay que pasarlas por harina, ni huevo. Las vamos a hacer a pelo.
Como las berenjenas absorben más aceite que un culturista, conviene dejarlas escurrir en papel absorbente según vayan saliendo de la sartén.
Una vez las tengamos todas, las ponemos en una fuente y con una cuchara, vamos salseándolas con la mermelada de tomate, sin pasarnos mucho para que se equilibre el contraste dulce/salado.
Rallamos un poco de parmesano en virutas y se lo echamos por encima junto a unos cristales de sal Maldon. Y se acabó.
La receta está lista y se puede comer fría, caliente o templada, como más os guste. No es lo común, pero este plato está tan rico que lo de la temperatura es totalmente intrascendente, cosa que solo tiene parangón con la tortilla de patata.
¿Ya está? ¿Ya he terminao? ..........Me cachi en los mengues, con la verborrea que suelo soltar no me creo que ya esté todo explicado. ¿Lo está?
Ah no joooooer, ya decía yo. Se me olvidaba deciros que si teneis dificultad para encontrar mermelada de tomate, mi amiga Raquel explica con todo detalle la manera de hacerla en su blog, Cuchara de Palo.
Yo la compré ya preparada en una tienda de mi pueblo, donde hay una chica que controla bastante de productos delicatessen y que es la que me surte de todas estas pijaditas.
Aún así, también es artesanal y la marca se llama "La Tejea". Si la veis, no dudeis en haceros con ella, que lo vais a flipar.
Palabrita de Abrelatas.
Cocinera en pruebas para esta receta: FABIOLA CASITOS
Ahora que me he sentado a publicar esta receta, va a ser realmente difícil encontrar las palabras que definan la enorme explosión de sabores que os va a proporcionar este plato.
Y eso que solo lleva tres ingredientes principales.
No es por ponerme chulo (que lo soy), pero tengo que deciros que en lo que va de año, esta ha sido la receta que más ha gustado a mis invitados (mis queridos amigos y cobayas humanos).
Una vez que la probaron, a uno se le bajaron los calcetines solos y a otro se le doblaron las patillas de las gafas mientras que las chicas, ponían los ojos en blanco y lanzaban suspiritos como si acabaran de tener un..............bueno, ya sabeis.
Y lo mejor de todo es la sencillez del proceso.
Para empezar, lavamos bien las berenjenas y las cortamos en finas lonchas sin quitarles la piel. Les echamos un poquito de sal y las vamos friendo en una sartén con aceite de oliva hasta que se doren ligeramente. No hace falta hacerlas mucho y tampoco hay que pasarlas por harina, ni huevo. Las vamos a hacer a pelo.
Como las berenjenas absorben más aceite que un culturista, conviene dejarlas escurrir en papel absorbente según vayan saliendo de la sartén.
Una vez las tengamos todas, las ponemos en una fuente y con una cuchara, vamos salseándolas con la mermelada de tomate, sin pasarnos mucho para que se equilibre el contraste dulce/salado.
Rallamos un poco de parmesano en virutas y se lo echamos por encima junto a unos cristales de sal Maldon. Y se acabó.
La receta está lista y se puede comer fría, caliente o templada, como más os guste. No es lo común, pero este plato está tan rico que lo de la temperatura es totalmente intrascendente, cosa que solo tiene parangón con la tortilla de patata.
¿Ya está? ¿Ya he terminao? ..........Me cachi en los mengues, con la verborrea que suelo soltar no me creo que ya esté todo explicado. ¿Lo está?
Ah no joooooer, ya decía yo. Se me olvidaba deciros que si teneis dificultad para encontrar mermelada de tomate, mi amiga Raquel explica con todo detalle la manera de hacerla en su blog, Cuchara de Palo.
Yo la compré ya preparada en una tienda de mi pueblo, donde hay una chica que controla bastante de productos delicatessen y que es la que me surte de todas estas pijaditas.
Aún así, también es artesanal y la marca se llama "La Tejea". Si la veis, no dudeis en haceros con ella, que lo vais a flipar.
Palabrita de Abrelatas.
Cocinera en pruebas para esta receta: FABIOLA CASITOS
2 comentarios:
Estoy trasteando por tu blog y me encuentro esta receta interesantisima que pienso hacer en cuanto tenga invitados en casa. Al leer el titulo de la receta he pensado, genial! una receta mas para mi surtido de mermeladas caseras y cual es mi sorpresa cuando veo que me nombras a mi y a la cuchara de palo :)
Gracias guapo, como ya te he dicho esta receta la hago seguro.
Besos.
Me parece estupendo Raquel.
Ya verás como triunfas.
Lo que no vas a poder evitar es poner extrañas muecas de placer cuando lo probéis.
No te pierdas las caras de tus invitados tampoco.
Un besazo.
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