LOMO SAPIENS
(para 2 personas humanas)
INGREDIENTES:
- 6 Medallones de Cinta de Lomo
- 6 Lonchas de Mozarella
- 6 Tortillas de Maíz
- 3 Huevos
- 1 Berenjena
- Orégano
- Harina
- Semillas de Sésamo
- Salsa Brava (opcional)
Hoy le toca el turno a un plato de mi propia cosecha, de esos que tanto me gusta hacer basándome en "capas" o "estratos"como el O.N.I. o los Huevos Acorralados.
Fue precisamente en la investigación de esos estratos y durante el desenterramiento de fósiles (incluida la dentadura postiza de la duquesa de Alba, queascoporfavooor...), cuando tuvimos conocimiento de que los homínidos de la tierra primigénia ya dominaban el poder del fuego y no te quiero contar el de la cocina.
Dicen que el fuego lo descubrió el homo erectus, pero no......
El homo erectus, lo que descubrió fué la viagra (de ahí su apelativo) y por ende, también se le atribuyó la invención de la cinta de lomo.
Ya sabéis..... la inevitable comparación con el concepto físico de lo que la mayoría entendemos por este producto: algo cilíndrico, rosado, carnoso, contundente y de gran tamaño.
Luego sobrevino la confusión por causa del calentón y la fogosidad permanente que sufrían estos bichos, pero claro..... eso es algo muy diferente al fuego propiamente dicho.
Ya sabéis..... la inevitable comparación con el concepto físico de lo que la mayoría entendemos por este producto: algo cilíndrico, rosado, carnoso, contundente y de gran tamaño.
Luego sobrevino la confusión por causa del calentón y la fogosidad permanente que sufrían estos bichos, pero claro..... eso es algo muy diferente al fuego propiamente dicho.
Lo que muy pocos saben es que el auténtico descubridor del fuego fue su ancestro el homo sapiens, que como todos los primates, incluidos nosotros los humanos, gustan de darle mucho a la manivela (imaginaos cuál) y pasó lo que tenía que pasar: frotamiento extremo, chispa que salta y hoguera que te crió.
Desde entonces, paleontólogos y filósofos andan a la greña por este asunto, así que lo mejor es intentar reconciliarlos y tratar de aunar posturas (incluida la del misionero) a través de esta receta.
ASÍN SE HACE:
Lo mejor de este plato es que da lo mismo por donde empecemos, aunque si os parece, comenzaremos por lo más engorroso que es rebozar y freir las berenjenas.
Para ello, cortamos las berenjenas en rodajas de un diámetro lo más aproximado a las lonchas de cinta de lomo, y las pasamos por harina y huevo, friéndolas hasta que se doren ligeramente.
Seguidamente vamos a hacer los huevos a la plancha. Como sabéis, los huevos constan de dos partes principales: la clara y la heidi.
Para la ocasión, vamos a utilizar solo la clara con el objeto de que al morder nuestra inusual "hamburguesa" no se desparrame todo y acabemos con los mofletes pringosos como si hubiéramos salido de un capítulo de The Walking Dead.
Lo más difícil ya lo tenemos, pero..... ¿qué sería de una hamburguesa sin el pan?... ¿dónde se ha visto eso?.... Aquí na más, está claro.
Pero cuidadín.....eso no es del todo correcto, ya que a modo de pan, nos vamos a servir de las famosas tortillas mexicanas de maíz que se emplean para hacer los burritos.
No van a ir ubicadas en el lugar donde todos esperan, pero es precisamente lo que mola.
Solo hay que recortarlas con unas tijeras o si tenéis, con un molde circular. Lo importante es que todos los ingredientes tengan más o menos el mismo tamaño.
Y ahora, a montar se ha dicho. Capa sobre capa.
Ésto lo podéis hacer a vuestro antojo, aunque yo recomiendo que coronéis la torre con la mozarella y el orégano porque nuestro artilugio va a ir directito al horno.
No hace falta que el horno esté demasiado caliente (para eso ya está el homo erectus), porque lo interesante es que se haga lento. Lento, lento, leeeeeeento. Como el teletexto de Antena 3.
Una vez que el queso se haya fundido, ya lo podemos servir, rematando la faena con una llovizna de semillas de sésamo por encima, y si queréis, la salsa brava.
Lo de la salsa brava lo he puesto como ingrediente opcional, ya que existe la posiblidad de que algunos de mis lectores sufran en silencio lo que todos sabemos y tampoco es plan de que les ponga el culete como el de un mandril. Estaríamos echando por tierra millones de años de evolución.
Cocinero en pruebas para esta receta: JAIME DAYONES