
PAPAS ARRUGÁS CON MOJO ROJO
(para varias personas humanas)
INGREDIENTES:
- 1 Kg. De Patatas Pequeñas
- Sal Gorda
- Mojo Picón Rojo
- Agua
(para varias personas humanas)
INGREDIENTES:
- 1 Kg. De Patatas Pequeñas
- Sal Gorda
- Mojo Picón Rojo
- Agua
ASÍN SE HACE:
Queridos muyayos y muyayas. Hace ya muyo tiempo que quería publicar una receta canaria y de repente me acordé de Doña Paula, una entrañable y diyarayera abuelita tinerfeña que sobrepasa ya los oyenta.
Es amiga de la familia desde tiempos inmemoriales y aunque hace muyos años que no la veo, mi madre la visita ocasionalmente y después me cuenta sus hazañas culinarias (y me pega el acento canario como pueden comprobar).
Sus platos de puyero no tienen rival, y no digamos ya las aryiconocidas papas arrugás.
Hoy traemos los secretos de doña Paula hasta vuestra mesa, así que vayan buscando los cuyiyos, las cuyaras y los demás cayarros, que esto está yupao de hacer. Es más fácil que bailar el yiki-yiki.
Lo más importante es seleccionar bien las patatas, procurando que sean de tamaño uniforme, yiquititas y redonditas. La cantidad la dejo un poco a vuestro criterio. Yo utilicé algo más de una docena. Tal vez muyo para dos personas que somos en casa, pero ya sabéis que a mi me da igual oyo que oyenta.
Al comerse con piel, hay que lavar muy bien las patatas bajo el yorro de agua fría. Seguidamente las ponemos en un puyero junto a una cantidad generosa de sal gorda y les añadimos agua, pero sin llegar a cubrirlas.

¿Veis la sal en la foto? Hay gente que tiene más miedo a pasarse con la sal que a meter los dedos en un enyufe, aunque en esta receta no debéis preocuparos por eso, que en ningún caso nos va a quedar una yapuza.
Ya solo queda hervir las patatas durante unos 20 minutos a fuego medio sin dejar de vigilar el cayarro, no siendo que se nos ayiyarren.
Sabremos que estan listas cuando se haya evaporado todo el agua, quedando solo la sal y las papas. Si se evaporan las papas....yungo.
Cubrimos el puyero con un paño y esperamos cinco minutos.

Esa es la idea. Las papas deben quedar arrugaditas cual culo de elefante y con ese revestimiento leyoso y blanquecino, muy similar al aspecto que presentaba el pobre E.T. cuando apareció moribundo junto al río.
Bueno. Esto ya está. Solo falta emplatar las papas y regar con mojo picón rojo, que si puede ser casero como el que me mandó Rogelia desde Canarias, muyo mejor. Y si no, lo buscáis por Internet, que ahora con la banda anya no hay nada imposible.
Merece la pena probar este plato.

Y no se dejen engañar por los pocos ingredientes que lleva porque esto está más bueno que un yocolate con yurros.
NOTA: A ver si un día cojo la moyila, la yaqueta y el mayete y me hago una escapada por las Canarias. Tengo muyas ganas de visitar a Paula, Rogelia, Oscar y su familia para poder disfrutar de la hospitalidad de los canarios y de su sentido del humor, acerca del cual me he permitido hacer un guiño con el tema del acento y su peculiar modo de pronunciar la letra "ch"
Espero que nadie se haya ofendido o como dicen por allí: "no se amulen".
Gracias.
Chef indiscutible para esta receta: DOÑA PAULA
Queridos muyayos y muyayas. Hace ya muyo tiempo que quería publicar una receta canaria y de repente me acordé de Doña Paula, una entrañable y diyarayera abuelita tinerfeña que sobrepasa ya los oyenta.
Es amiga de la familia desde tiempos inmemoriales y aunque hace muyos años que no la veo, mi madre la visita ocasionalmente y después me cuenta sus hazañas culinarias (y me pega el acento canario como pueden comprobar).
Sus platos de puyero no tienen rival, y no digamos ya las aryiconocidas papas arrugás.
Hoy traemos los secretos de doña Paula hasta vuestra mesa, así que vayan buscando los cuyiyos, las cuyaras y los demás cayarros, que esto está yupao de hacer. Es más fácil que bailar el yiki-yiki.
Lo más importante es seleccionar bien las patatas, procurando que sean de tamaño uniforme, yiquititas y redonditas. La cantidad la dejo un poco a vuestro criterio. Yo utilicé algo más de una docena. Tal vez muyo para dos personas que somos en casa, pero ya sabéis que a mi me da igual oyo que oyenta.
Al comerse con piel, hay que lavar muy bien las patatas bajo el yorro de agua fría. Seguidamente las ponemos en un puyero junto a una cantidad generosa de sal gorda y les añadimos agua, pero sin llegar a cubrirlas.

¿Veis la sal en la foto? Hay gente que tiene más miedo a pasarse con la sal que a meter los dedos en un enyufe, aunque en esta receta no debéis preocuparos por eso, que en ningún caso nos va a quedar una yapuza.
Ya solo queda hervir las patatas durante unos 20 minutos a fuego medio sin dejar de vigilar el cayarro, no siendo que se nos ayiyarren.
Sabremos que estan listas cuando se haya evaporado todo el agua, quedando solo la sal y las papas. Si se evaporan las papas....yungo.
Cubrimos el puyero con un paño y esperamos cinco minutos.

Esa es la idea. Las papas deben quedar arrugaditas cual culo de elefante y con ese revestimiento leyoso y blanquecino, muy similar al aspecto que presentaba el pobre E.T. cuando apareció moribundo junto al río.
Bueno. Esto ya está. Solo falta emplatar las papas y regar con mojo picón rojo, que si puede ser casero como el que me mandó Rogelia desde Canarias, muyo mejor. Y si no, lo buscáis por Internet, que ahora con la banda anya no hay nada imposible.
Merece la pena probar este plato.

Y no se dejen engañar por los pocos ingredientes que lleva porque esto está más bueno que un yocolate con yurros.
NOTA: A ver si un día cojo la moyila, la yaqueta y el mayete y me hago una escapada por las Canarias. Tengo muyas ganas de visitar a Paula, Rogelia, Oscar y su familia para poder disfrutar de la hospitalidad de los canarios y de su sentido del humor, acerca del cual me he permitido hacer un guiño con el tema del acento y su peculiar modo de pronunciar la letra "ch"
Espero que nadie se haya ofendido o como dicen por allí: "no se amulen".
Gracias.
Chef indiscutible para esta receta: DOÑA PAULA