miércoles, 26 de noviembre de 2008

TOFE NAPOLITANO CON RICOTTA Y ESPINACAS


TOFE NAPOLITANO CON RICOTTA Y ESPINACAS
(para 4 personas humanas)

INGREDIENTES:

- 250 g. de Pasta Tofe Voiello o en su defecto lo más parecido
- 1 Bolsa de Espinacas Frescas
- 150 g. de Queso Ricotta
- 1/2 Cebolla
- 1 Diente de Ajo
- 2 Tomates
- Pan Rallado
- Parmesano Rallado
- Albahaca en Polvo
- Pimienta Negra y Rosa
- Aceite de Oliva

Ahora que estamos en plena crisis económica, quizá no sea el momento más idóneo para publicar una receta de "pasta gansa", y encima con un ingrediente llamado "ricotta".
Pero ya me conocéis. Tengo el don del oportunismo y no hay nada que me excite tanto ni me haga ser más "yo" que llevar la puta contraria.
Estamos viviendo un episodio de pesimismo generalizado al que tenemos que dar gracias a esos especuladores financieros que juegan a vaya usté a saber qué ruletas bursátiles, y para más inri casi siempre con nuestro dinero.
Tanto miedo al comunismo y al final resulta que han sido los capitalistas los que han jodido la economía. ¿Acaso lo estaba dudando alguien? Se veía venir a kilometros.

Esto nos ha obligado a ir con el cinturón tan apretao que la barriguilla cervecera se nos desborda por lugares insospechados y la sangre ya no nos riega ni las piernas. No te digo ya la zona testícular. El responsable de esos huevecillos encogidos no es solo el frío, os lo aseguro.
Pero bueno, al mal tiempo buena cara y ante la crisis, buenos alimentos.
Al menos eso que no falte.

ASÍN SE HACE


Comenzamos picando las hojas de espinacas y las colocamos en la picadora junto al queso ricotta, un buen chorro de aceite de oliva y dos cucharaditas de pan rallado.
Si no hay manera de conseguir el ricotta lo podéis sustituir por requesón, que es lo más parecido que tenemos por aquí.


Le damos al botón que pone "On" hasta conseguir una crema densa de un precioso color verde, muy similar al de los billetes de 100 €.
Si, si......esos mismos billetes que tarderemos algún tiempo en volver a ver.


A continuación, cortamosla cebolla y el diente de ajo en brunoise, o lo que toda la puta vida se ha llamado "en pequeños cuadraditos", y lo sofreimos con aceite de oliva.
Antes de que se dore, agregamos la pasta obtenida y lo dejamos a fuego medio/bajo durante 15 minutos, moviendo ocasionalmente para que no se agarre a la sartén y comprobando el punto de sal.

Mientras tanto, vamos cociendo la pasta, que para esta receta en cuestión, conviene que sea de grandes proporciones y se pueda rellenar.
Yo he elegido unos estupendos Tofe traídos del mismísimo Nápoles, pero también pueden servir esas caracolas grandes que algún "iluminao" se ha empeñado en llamar Tiburones y cuyo parecido con un tiburón es el mismo que el de una barba postiza con una avioneta.
Para eso, llámalo Caracolas y yastá no?


Una vez cocida la pasta, la dejamos escurrir y con la ayuda de una manga pastelera desechable, vamos rellenando con la crema de de ricotta y espinacas con cuidado de no quemarnos.
En otra situación algo más explícita, esto se llamaría eyaculación precoz:


Para terminar, cortamos los tomates en rodajas finas y las disponemos como base del plato.
Justo por encima colocamos los Tofe ya rellenados, a los que añadiremos un poco de parmesano rallado, albahaca en polvo y un poquito de pimienta espolvoreada.


Entre los tomates y el tamaño gigante que han adoptado tras la cocción, más que un plato de pasta parecen pequeñas doradas.
Doradas de las de Chanquete, quiero decir.
¿Dónde habrán quedado aquellos días de optimismo y veranos azules?

Mardita crisis. Mardito cosinero

Cocinero en pruebas para esta receta: MARCIAL BACA

lunes, 17 de noviembre de 2008

O.N.I. (Objeto Nasoluto Identificao)


O.N.I.
Objeto Nasoluto Identificao

(para 4 personas, incluso si son humanas)

INGREDIENTES:

- 8 Obleas de Masa para Empanadillas
- 1/2 Berenjena
- 1 Tomate
- 50 g. de Mozarella
- 150 g. de Gulas
- 1 Diente de Ajo
- Aceite de Oliva
- Perejil Terrícola
- Orégano Terrícola

Hoy la cosa va de experimentos, pero de experimentos culinarios.
No os asustéis, que no vamos a abducir a nadie.
Vuestres culetes estan a salvo (de momento, jejejeje).
No sabía qué nombre ponerle a esta receta hasta que hice la foto, y vi que la morfología del invento tenía cierta similitud con esos platillos volantes que tan bien supieron vender al mundo los americanos (como casi todo).

Siempre se les atribuyó a los yanquis el primer contacto con seres de otros mundos cuando aquella movida de Roswell, el Area 51, el Hangar 18, y la película que se montaron (mucho antes de lo E.T.) con la autopsia del supuesto extraterrestre, que resultó ser un fiasco, engañándose ellos solos pa variar.
En teoría, aquello sirvió de excusa para aumentar los presupuestos de la NASA y ganar la carrera espacial.
En la actualidad la NASA no está ni pa ganar carreras, ni pa tirar muchos cohetes que digamos.

Lo que muy poca gente sabe es que el primer contacto humano-extraterrestre se produjo en España antes de la guerra, en el huerto de un humilde campesino llamado Cristóbal Bar Bastante, y que por culpa de los siete carajillos que el hombre llevaba en el cuerpo no se pudo llegar a una alianza lingüistica que hubiera cambiado la historia, ya que al anunciarse los extraterrestres con la frase "Hola. Venimos de Marte", nuestro querido Cristóbal solo acertó a preguntar: "¿de marte de guién?"
Los marcianos se quedaron tan perplejos y aturdidos, que se fueron para nunca volver. Una lástima.

En honor a Cristóbal, a su incidente, y a su huerto de tomates y berenjenas, nos ponemos en marcha y vamos en busca del material quirúrgico para elaborar nuestra inclasificable y en absoluto identificada receta.

No tiene mucha ciencia, pero sí mucha ciencia-ficción


ASÍN SE HACE:

Comenzamos cortando las berenjenas y los tomates en rodajas. Ni muy finas, ni muy gruesas. Entre ellas, seleccionamos las que tengan un diámetro similar al de la barra de mozarella, que también cortaremos en lochas de 1/2 cm aproximadamente.


A continuación, salamos las rodajas de berenjena y las pasamos por la plancha un minuto por cada lado. Cuando las tengamos a punto, extendemos las obleas sobre una tabla ligeramente humedecida y vamos alternando los ingredientes principales en capas, y con arte si puede ser.



Como podéis ver en la foto, he cortado la piel del tomate para que no nos encontremos con ella a la hora de comerlo porque es bastante desagradable. Si ya jode encontrarse un pelo, imaginaos ésto que es mas gordo.

Seguidamente, espolvoreamos sal y orégano sobre la capa final, y colocamos la carcasa del O.N.I. por encima con cuidado de que no se rompa.
Debido al abultamiento va a ser muy difícil que coincidan las dos obleas, así que en lugar de intentar estirarlas con el consiguiente riesgo de fractura, es mejor recortar e igualar los bordes con algo afilado o con un corta-pastas circular.
Ni se os ocurra ir a por la radial, que ya nos conocemos.

Menudo esteticista estoy hecho eh?

Vale. Pues cuando tengamos listas todas las naves espaciales, las metemos en el horno y les calentamos los motores hasta que tengan un aspecto dorado (esto ya les pasaba a los Seat 600 de color blanco cuando tenían que subir una cuesta)

Mientras se hacen, a provechamos para saltear las gulas con aceite de oliva, perejl y ajo muy picado.
A continuación, sacamos los O.N.I. del horno y colocamos el sofrito de gulas por encima.

Y con esto.... plato terminado.


¿O tal vez debería decir "platillo"?

Cocinera en pruebas para esta receta: MAMEN PANADILLA


lunes, 10 de noviembre de 2008

GAZPACHO CALIENTE CON PASTA Y BROCOLI


GAZPACHO CALIENTE CON PASTA Y BROCOLI
(para 4 personas humanas)

INGREDIENTES:

- 1 Kg. de Tomates Maduros
- 1/2 Pimiento Verde
- 1/2 Pepino
- 1 Diente de Ajo
- 1 dl. de Aceite de Oliva Virgen Extra
- Vinagre de Vino (al gusto)
- Cominos
- Sal
- Pan Duro
- 4 Láminas de Pasta de Lasaña
- 4 Ramilletes de Brocoli
- Aceitunas Negras

El día que hice esta receta me pasó lo mismo que a muchos de vosotros: me cogió desprevenido la ola polar (que no entiendo por qué la llaman así, ya que en los polos no hay olas) y tuve que cambiar las bermudas por las calzas largas en décimas de segundo. Joooder que frío de repente.
Hasta el pollo en pepitoria que había cocinado el día anterior tenía la piel de gallina.

Tanto fué así que todavía guardaba en la nevera una buena jarra de gazpacho, consecuencia de mi adicción incontrolable a la mencionada papilla.
Pero con la que estaba cayendo, cualquiera se atrevía a meterle mano así por las buenas.
Entonces se me ocurrió que le podía dar un calentón y añadirle algunos ingredientes extra para llevar a cabo una metamorfosis, fotosíntesi o como coño se diga, y convertir el gazpacho en una rica y reconstituyente sopa.

¿Gazpacho caliente? ¿En serio?
Pues si amigos. Peores cosas se han visto. Sin ir más lejos, el otro día vi a Ortega Cano bailando por la tele y a pesar del impacto visual y la cagalera repentina, aquí sigo.
También estuvo la "tuna" en la última boda a la que asistí y solo sufrieron desprendimiento de tímpano la mitad de los asistentes.
Son retos que nos depara la vida, y ante los retos........osadía.
Siempre!!

ASÍN SE HACE:

Para los que deban empezar desde cero os explico lo del gazpacho a grandes rasgos:
Se escaldan los tomates en agua hirviendo durante unos segundos, se pelan, y a continuación se trituran con la turmix junto al pimiento, el pepino y el diente de ajo. Se prueba el punto de sal y le añadimos el pan duro, una pizca de comino, el aceite de oliva y por último el vinagre, cuya cantidad debe ser siempre la mitad que de aceite.
No he puesto la cantidad exacta en los ingredientes porque...¿quién coño sabe cuanto es la mitad de un decilitro?

Batimos todo bien, y ya tendremos un gazpacho casero de lujo, aunque para los que quieran aprender la técnica con más detenimiento, tenéis mi receta de gazpacho auténtico (y certificado) pinchando aquí.
En ningún caso, y enfatizo lo de "en ningún caso" se os ocurra usar gazpacho de tetra-brik que eso es más malo que un anuncio de los huevos Kinder.

Yo lo probé en una ocasión y necesité 6 sesiones de psicoanalista para superar el trauma.
Escarmenté para siempre, no como aquella vez que me gasté 2.500 pelas (aún no había euros) en comprarme el cd original de Metallica "LOAD" y después de comprobar que era una mierda, a los dos años me gasté otras 2.750 en el "RE-LOAD" para descubrir que era una mierda todavía más grande que la anterior, con cual no solo hice el gilipollas, sino el re-gilipollas.
No cometáis el mismo error que yo.

Vale. Pues lo siguiente que vamos a hacer es cocer la pasta y el brocoli. Para no perder mucho tiempo y ahora que estamos en crisis, podéis hacerlo en la misma olla, pero teniendo la precacución de sacar antes el brocoli, ya que necesita muy poco tiempo de cocción. Lo justo para que se quede de un color verde vivo.

En cuanto a la pasta podéis utilizar la que se os antoje, aunque yo aconsejaría algo plano y ancho como el papardelle. Si no encontráis papardelle, pues hacéis como yo: cocéis hojas de lasaña y después las cortáis en tiras.

Cuando tengáis todo listo, solo hay que calentar el gazpacho, añadirle la pasta y decorar el plato con los tallos de brócoli y las aceitunillas negras, que además de dar sabor quedan de puta madre.

¿O no?


¡¡¡¡ A POR ELLO MIS VALIENTES !!!!

Cocinera en pruebas para esta receta: MANUELA SAÑA

martes, 4 de noviembre de 2008

TARTALETAS DE CHOCOLATE A PIÑÓN FIJO


TARTALETAS DE CHOCOLATE A PIÑÓN FIJO
(para 4 personas humanas)

INGREDIENTES DE LA MASA:
(para 4 tartaletas)

- 125 g. de Harina de Repostería
- 50 g. de Mantequilla en Pomada
- 50 g. de Azúcar Glas
- 2 Yemas de Huevo
- 1 Clara (de huevo también, se entiende)
- 1/2 Cucharadita de Sal


INGREDIENTES DEL RELLENO:
(para las mismas 4 tartaletas de antes)

- 100 g. de Chocolate para Fundir
-100 g. de Azúcar Glas
- 50 g. de Mantequilla en Pomada
-1 Cucharada de Esencia de Vainilla
1/2 Vaso de Leche
- 100 g. de Piñones
- Azúcar Moreno

En vista de que soy un negado para preparar "Coulants de Chocolate", y no hay manera de coger el punto al susodicho postre, decidí hacer un pequeño tuneo del mismo gracias a una receta que aparecía en un pequeño libro de cocina que cayó en mis manos.
Bueno. Cayó en mis manos, pero pagando los 15 € de vellón que valía, claro.

No soy de los que siguen al pie de la letra todas las indicaciones de los libros, pero al tratarse de repostería, estamos hablando de química en estado puro y es más que conveniente respetar las cantidades.
Ahora a ver si me sale, porque si no recuerdo mal también era un desastre con el quimicefa y siempre terminaba con las cejas ardiendo (así han brotao con tanta fuerza las cabronas).

ASÍN SE HACE:

Vamos a comenzar preparando la masa mezclando los ingredientes citados arriba hasta conseguir una pasta homogénea. Sabremos que está lista cuando deje de pegarse a las manos.
Amasamos bien, hacemos una bola con ella, la envolvemos en film y pa el frigo. A pasar frío durante una horita.


Mientras tanto podemos ir preparando el relleno de las tartaletas , que es bien sencillo de hacer. Para ello, troceamos el chocolate y lo ponemos en un bol junto a medio vaso de leche.
3 minutos de miniondas a máxima potencia, debería ser suficiente para que se funda.

Para que se funda el chocolate, no el mini-ondas eh. No vayamos a liarla tan pronto, que aún queda.

Una vez derretido el chocolate, le agregamos la mantequilla, el azúcar glas y la esencia de vainilla. Ligamos bien la mezcla y lo dejamos reposar.
Rescatamos a la masa del frío.... y a por el rodillo.
Que momentazo éste!!!!


Cuando tengamos la masa tan plana como el pecho de una gimnasta, procedemos a ir moldeando lo que serán las futuras tartaletas, recortando el sobrante de los bordes en caso de que lo hubiera o lo hubiese.


Yo utilicé pequeñas cazuelitas de barro, pero lo suyo es contar con moldes desechables de papel aluminio o de lo contrario sudaréis sangre para desmoldarlas sin que se rompan.
Lo digo porque lo sufrí en mis propias carnes y al final solo conseguí salvar una para la foto. No queráis saber que pasó con el resto.

Dicho ésto, pasamos al montaje final que consiste en rellenar los moldes con el relleno (a ver con que, si no...), y colocar los piñones por encima de manera que oculten por completo el chocolate.
Para terminar espolvoremaos el azúcar moreno por encima (Toñi o Encanna, la marca da igual, las dos estan buenas), y salpicamos con unas gotitas de agua para que se caramelice correctamente a la hora de meterlo en el horno.


Todo depende del horno, pero con tenerlas 10 minutos a 200ºC, ya va bien.
Total, los grados son grados y los minutos, minutos. ¿O no?
Lo importante es que los piñones no se nos tuesten más de la cuenta y podamos fardar de haber resuelto con éxito un postre tan chulo como este:


Está delicioso. Y cuando le metes la cucharita, ya no te quiero ni contar.


Para estos días de frío, es el postre ideal para tomar a media tarde acompañado de un buen café caliente, siempre que no sufráis de insomnio, que ya sabéis lo que pasa con el café: hay gente que cuando toma café no duerme.
Curiosamente a mi me pasa lo contrario: cuando duermo, no tomo café.
Rarito que es uno.

Cocinero en pruebas para esta receta: GERMÁN TEQUILLA