jueves, 30 de marzo de 2017

TORTILLITA DE CAMARONE

TORTILLITA DE CAMARONE
(para varias persona humana)

INGREDIENTES:

- 150 g. de Quisquilla (en Cádi, camarone)
- 100 g. de Harina de Garbanso
-100 g. de Harina Normá
- 1 Sebolleta
- Perejí
- Aseite de Oliva
- Agua del Grifo

La verdá es que llevaba ya una jartá de tiempo queriendo publicá una reseta dedicá por entero a uno de los mejore blogue que esiste en tó Interné: el gran Carmelo de Cadi.
Y quiero haserlo no solo por lo rato tan bueno que me echo leyendo sus pó, sino porque ademá soy un un enamorao incondisioná de la gastronomía gaditana y de sus gente, y yo sé que el Carmelo se va emosioná cuando vea la tortillita de camarone y que poco va fartá pa que se le pongan lo sojo como do pelota de Nivea.

Me he permitío la libertá de adaptá la ortografía como homenaje a la singulá gramática que usa el propio Carmelo en su bló con el fin de mantener su esensia al másimo nivel.
Puede que haiga gente que se ofenda al leé mis palabra. Yo espero que no, porque si hay algo que caraterisa a lo gaditano es presisamente su guasa y su sentío del humó, aunque ya verá tu el jindoy que le va entrá al tradustó del inglé que tengo instalao en el canto derecho del bló cuando vea tanta modificasión y tanta palabra nueva.

Hase ya la friolera de ocho año (y eso que comparao con Avila, allí apena hase frío) que estuve recorriendo las calle de Cadi y guardo muchos recuerdo inborrable. Entre ello las taberna sercana a la Caleta, donde tuve el plasé de degustá por vé primera las auténtica tortillita de camarone, el aperitivo por antonomasia y paradima asoluto de la tapita gaditana.

Ahora, y con permiso del Carmelo, vi a pasá a desvelá sus más profundo secreto.

ASÍN SE HACE:

Como su propio nombre indisca el ingrediente prinsipá son los camarone, sin en cambio hay que tené la precausión de no confundí este crustaseo con el otro camarón (no el de la isla, sino ese otro má grande que cuesta de ochenta leuro pa arriba el kilo). Má de uno seguro que lo conoce por quisquilla, que son como las gamba pero con las proporsione de Joselito o Sarcosí.
Po bien: esto son los que se usan en Cádi.

El Carmelo lo esplica a la perfesión en la Carmelopedia, pero nunca está de má añadí un buen retrato pa dejarlo del todo claro:

El siguiente paso es prepará la masa de fritura para lo cuá vamo a mesclá un puñao de harina de garbanso con otro puñao de harina normá. En caso de que no encontrei harina de garbanso, tenéi dó osione:

1) intentá haserla en casa metiendo una pechá de garbanso en el molinillo de café y darle donde pone "on"... o ........
2) bajarse hasta el mismo Cádi a comprala y ya de paso conosé una de las siudade má bonita de Uropa y con má historia de tó Osidente.


Una vé que haigamo mesclao las dó harina se le añade un chorrito de agua del grifo y removéi hasta que coja consistensia de leche condensá, pero algo má ligerita.
A continuasión añadimo media sebolleta bien picaíta, un poco de perejí y por supuesto, los camarone.



Asín es como debe de quedá pa asegurarte el ésito, shosho:

Lo siguiente es colocá en el fuego una sartén con abundante aseite de oliva y esperá a que se ponga má caliente que la manta elétrica de Lusifé. Cuando empiese a humeá, vamo añadiendo pequeña cuchará de la masa depositándola con muchísimo tasto en la sartén y procurando que no se peguen unas con otra.
No preocuparse po la forma, que ellas sola se van a ir adastando:


Cuando se haigan dorao por las dos cara, se las saca de la sartén y se ponen a escurrí pa que queden lo menos aseitosa posible. Lo normá es dejarla es papel asorbente de cosina, pero como yo soy mu pejiguera, he utilisao mi propia tésnica:

Si hay curioso por la cosina a vese no da ni tiempo. Fitetú lo poco que dura una tortillita en el tenderete.

Bien escurría, las tortillita van a quedá má crujiente que las oreja del Jólifil. Y si no que se lo pregunten al Taison, que fué el gachó que le dió el bocao.

Y sin má dilasión, he aquí uno de lo má mejore aperitivo que bemo publicao en este bló: tortillita de camarone.
Cádi en estado puro, illo.



NOTA: Si véi que una vé fritas, las tortillita se quedan mu lasia tenéi la osión de usá agua con gá en la masa, aunque eso del aguá con gá es má propio de Cataluña que de Cádi, con lo cuá ya no serían tan uténtica.

Si los cura dieran en la iglesia tortillita de camarone en lugá de pan sin sá y Barbadillo mejón que vino sin alcó, ya vería tu si bieran ganao má fiele. Cada vé se lo montan peó.

AGRADESIMIENTO: A Carmelo de Cádi (faltaría má) y a todo su elenco de personaje: la Chari, el Sergio, la Bicho, el Angelín, la Cacelin, la Vane, el Pite, el Gordo del bá del Gordo, la suegra, esétera......Y si ahora mimo no me recuerdo de alguien que por fabó me perdone las disculpa.

Cosinero en prueba pa esta reseta: AITOR TILLITA

Receta publicada originalmente el 2 de Mayo de 2009

miércoles, 29 de marzo de 2017

PANTORRILLAS DE PAVO A LA MOSTAZA ANTIGUA


PANTORRILLAS DE PAVO A LA MOSTAZA ANTIGUA
(para 4 personas humanas)

INGREDIENTES:

- 4 Muslos de Pavo
- 2 Cucharadas Soperas de Mostaza Antigua de Dijon
- 1/2 Vaso de Vino Blanco
- 1 Docena de Espárragos Verdes
- Mantequilla
- Sal

A pesar de que no cocino mucho últimamente, los que me conocen saben que cuando lo hago, lo llevo hasta sus máximas consecuencias. Para variar, es también el caso de esta receta.
Todo empezó cuando vi la preparación de este plato en un recetario de cocina y me llamó mucho la atención lo de la "mostaza antigua". Lo fácil hubiera sido bajar al supermercado más cercano y comprar un frasco, pero no. Mi deber era hacerlo bien, y si para ello tenía que viajar en el tiempo hasta Dijon, en la Francia del siglo XVI, lo haría sin dudar.

Muchos pensaréis que los viajes en el tiempo son cosa de ciencia ficción.
Nah..... eso era antes.
Y no hablo de agujeros de gusano, teorías de cuerdas, o singularidades a nivel cuántico en el núcleo del átomo, no, no, no.
Es mucho más sencillo que todo eso. Para da un salto temporal, solo hay que tener una de éstas:

¿Es, o no es una máquina del tiempo?

Para que funcione, lo único que tenemos que hacer es bajarnos un programa llamado TimeTraveller 3.1 e instalarlo en una carpeta que no sea C:/ .
Después hay que forrarse el cuerpo con papel aluminio para repeler los campos magnéticos y colocarse media sandía hueca en la cabeza con el fin de atenuar los posibles impactos en caso de caer boca abajo.
Por último hay conectar la máquina del tiempo al puerto USB del PC, introducir los parámetros y pulsar Ctrl. + Esc.

Yo lo hice a pies juntillas, pero algo debió salir mal ya que en lugar de aparecer en Dijon, de pronto me encontré en medio de una extensa pradera entre extrañas flores y helechos.
Algún driver del Windows Vista me la había vuelto a jugar.

El caso es que me hallaba inmerso en un serio aprieto y más confundido que el Dinio haciendo un Sudoku. La dichosa máquina no tenía la tecla Ctrl. y no digamos la de Esc. De la sandía y del papel aluminio, ni rastro.
Estaba atrapado en el tiempo, pero eso era un problema menor comparado con lo que pasó a continuación.

De repente y sin avisar, apareció ante mi un enorme dinosaurio bípedo (aclarar que un bipedo es un animal que suelta ventosidades de dos en dos) que lejos de amedrentarme, me dió una idea cojonuda para la receta que estaba buscando.
Puede que no consiguiera la mostaza, pero unos buen par de muslos de pavo me iba a llevar seguro.


Si, si, jejejeje.....¡ Los cojones !

Cuando quise recobrar el conocimiento, me encontraba en un nido de Camptosaurio (sé que se llamaba así porque lo ponía en un cartel de madera que había frente a su guarida), esperando mi turno para ser devorado.
El enorme macho que me había capturado no estaba, pero había otro dinosaurio en el nido que debía ser la hembra ya que estaba poniendo huevos a mansalva.

Entonces fué cuando se me ocurrió que si me hacía pasar por uno de ellos, podría salvar el pellejo. ¿Y qué hice? Pues hacer el gesto de liarme a poner huevos yo también.
Me puse en cuclillas, apreté suavemente y .....cuál fué mi sorpresa cuando ví aparecer un huevo perfecto. Y después otro... y otro.
Y mientras apretaba, escuché una voz lejana y a la vez familiar que decía: "Julitooo, Julitooo".

Era Mari Carmen que había venido a rescatarme. Por si acaso, yo seguía poniendo huevos a pares.
Ahora la voz sonaba mucho más cercana, casi como un grito: "Julitoooo, Julitooo".
"Estoy aquí cariño"- respondí - "Siento haberte metido en ésto......la máquina del tiempo.....la mostaza antigua".
Entonces sentí la punzada cervical característica de una colleja bien dada y de nuevo la voz de Mari Carmen: " Pero que máquina del tiempo ni que leches. Despiértate anda, que te estas cagando en la cama, gañán."

Jooooooooer.
Así que.....¿todo había sido un sueño?
Pues menuda faena. Y no solo por la que se lió bajo las sábanas, sino porque se terminó una aventura que estaba tela de emocionante.

Ahora tocaba ducharse con jabón Lagarto, vestirse y bajar al Día más cercano a por un par de muslos de pavo, un manojito de trigueros y un frasco de mostaza antigua.
Igual de emocionante que mi sueño. Igualito.

ASÍN SE HACE:

Una vez recobrada la cordura, encendemos el horno y lo ponemos a 200º C sin pulsar ninguna tecla ni forrar la bandeja con papel aluminio por si las moscas.
Seguidamente lavamos las pantorrilas de pavo bajo el chorro de agua fría y le quitamos cualquier resto de pluma que pudiera tener.

Secamos bien los muslos, los salamos, y los embadurnamos con mantequilla, que hará las veces de adhesivo natural para que a la hora de extender la mostaza quede bien repartida y no se desparrame.


Cuando lo tengamos, agregamos a la bandeja 1/2 vaso de vino blanco con cuidado de no dejarlo caer sobre las pantorrillas, algo que en una orgía romana puede estar bien, pero no es lo que buscamos.
Las metemos al horno y las dejamos durante 25-30 minutos, dándoles la vuelta de vez en cuando.

Mientras tanto, ponemos a cocer los espárragos en agua con sal. No hace falta que hiervan mucho tiempo. Además hay un truco estupendo para cocer los espárragos que consiste en atar el manojo con un hilo y ponerlos a cocer de pie. De esta manera, la parte más dura se cocerá antes y las puntas, aparte de no romperse, quedarán "al dente" gracias al vapor.

Una vez que el pavo esté tierno, lo sacamos del horno y batimos la salsa resultante.
Para presentarlo, hacemos un charquito con la salsa, colocamos sobre ella las pantorrilas y coronamos con los trigueros.


Al ataqueeeeer, que está buenísimo. Os vais a comer hasta el hueso.


Para terminar, dos consejos:

1º) No os pongáis chulos cuando tengáis delante a un pavo de 4 metros de altura
2º) La mostaza antigua no hace falta que sea del siglo XVI. Con que sea del mes pasado, vale.

Cocinero en pruebas para esta receta: BALBINO BLANCO

Dedicada a mi pinche (y ahora también "compinche" JERO)

Publicada originalmente el 25 de Octubre de 2010